La triste realidad es que las infancias y adolescentes pueden ser víctimas de abuso sexual y no hay una manera 100% segura de protegerse de ello. Pero sí hay maneras de reducir el riesgo y reconocer el abuso tempranamente.
Puede que te enteres por algo que tu hijo/a te lo dice, o por las señales de advertencia de abuso como lesiones sin explicación, cambios en comportamiento, volverse retraído o enojarse, pesadillas, mojarse en la cama, o síntomas de depresión o trastorno estrés post-traumático.
Si no ves ninguna de estas señales y sin embargo tu instinto te dice que algo no anda bien, escucha ese sentimiento.
Siéntate con tu hijo/a en algún lugar calmo y privado y dale toda tu atención. Escucha, haz preguntas abiertas y confía en lo que te diga, puede ser chocante sobre todo si involucra a una persona que tú conoces y quieres, o si es alguien del núcleo familiar. Recuerda, muchos abusadores son conocidos de la familia.
Recuérdale que lo amas sin importar qué pase, que te alivia que te lo haya contado y que él o ella no está en problemas. El abuso nunca es culpa de la víctima (aún cuando piensen que es consensual o dentro de una relación de pareja), y tu hijo/a necesita que se lo recuerdes.
Busca ayuda una vez que hayas hablado con tu hijo/a en edad preescolar sobre lo que sucede. Le debes a tu hijo/a y a los otros niños de tu comunidad el mantenerlos seguros contra el abuso. Denuncia el abuso.
La vida luego del abuso
El proceso de sanación luego de un abuso puede ser un camino largo y difícil. Tu pequeño/a necesita que lo apoyes, protejas y alientes. Asegúrate que sepa que lo sucedido NO fue su culpa -nadie merece el abuso.
Diles todos los días que le amas. Tod@s l@s niñ@s necesitan escuchar esas palabras, pero en especial aquellos que han sido abusados. El abuso de los niños -sea sexual, emocional, físico o psicológico- cambia la vida de las personas, de las familias y de las comunidades para siempre. Para tí como cuidador/a/e significa cortar relaciones con alguien cercano y su familia, o hasta alguien dentro de tu propio núcleo familiar.
Enterarse que alguien abusó de tu niñ@/Adolescente es realmente doloroso. Tú también necesitas saber que hay ayuda disponible y que no tienes que atravesar este momento a solas. Hay asistencia a tu disposición..Buscar ayuda para tí puede servirte a que te concentres en ser el defensor #1 de tu niñ@/Adolescente durante esta etapa tan difícil.
En Perú puedes denunciarlo llamando a la línea 105 de la Policía Nacional o a la Línea 100 o Chat 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. También puedes denunciar de forma presencial en una comisaría, un Centro de Emergencia Mujer, el Ministerio Público o un juzgado.
Son servicios públicos especializados y gratuitos, de atención integral y multidisciplinaria, para víctimas de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar y personas afectadas por violencia sexual. Permite acceder a asesoría legal, contención emocional y apoyo social a nivel nacional.
En todo el Perú, los 245 CEM regulares y un CEM en centro de salud (Santa Julia, Piura) atienden de lunes a viernes de 8:00 a. m. a 4:15 p. m., y los 184 CEM en comisarías, las 24 horas del día, los 365 días del año.
Si deseas más información puedes llamar a la central telefónica (01) 4197260.
Foto de Eye for Ebony en Unsplash
Empoderando en derechos sexuales y reproductivos.
N° cuenta 290-34645804-0-32
CCI 00229013464580040359
Psje. Ispilco N° 192 Barrio Chontapaccha – Cajamarca
Santa Ana s/n. Chachapoyas
Jr. Garcilaso s/n. Villa Salud, San Martin de Porres – Lima