Cada persona tiene el derecho fundamental a decidir si continúa o no un embarazo, sin juicio ni estigma. Las razones para considerar un aborto son personales y variadas, y es crucial recordar que nadie puede comprender plenamente las circunstancias de otra persona. Apoyar el derecho a decidir significa respaldar la autonomía y la dignidad de las mujeres y personas gestantes. Implica garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, que incluyan opciones de aborto seguro y legal, para evitar riesgos innecesarios y proteger la vida y el bienestar de quienes lo necesiten. Aquí compartimos algunas razones
1. Autonomía y derechos humanos: El derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo es un derecho fundamental y un componente esencial de los derechos humanos. Cada persona tiene el derecho de tomar decisiones informadas y autónomas sobre su salud reproductiva, incluyendo la decisión de continuar o interrumpir un embarazo.
2. Salud y bienestar: Acceder a servicios de aborto seguro y legal es crucial para proteger la salud y el bienestar de las mujeres y personas gestantes. La negación de este derecho puede llevar a embarazos no deseados o en condiciones de riesgo, lo que puede tener consecuencias graves para la salud física y mental de las personas involucradas.
3. Reducción de la mortalidad materna: La disponibilidad de servicios de aborto seguro y legal está directamente relacionada con la reducción de la mortalidad materna. Cuando las mujeres y personas gestantes tienen acceso a opciones de aborto seguro, disminuye la necesidad de recurrir a prácticas peligrosas y clandestinas que ponen en riesgo sus vidas.
4. Justicia reproductiva e igualdad de género: Apoyar el derecho a decidir es un acto de justicia reproductiva y un paso hacia la igualdad de género. El acceso al aborto seguro y legal garantiza que las mujeres y personas gestantes tengan el control sobre sus propias vidas, puedan planificar su futuro y participar plenamente en la sociedad en igualdad de condiciones.
5. Reducción del estigma y la violencia: La criminalización o restricción del aborto conduce al estigma y la discriminación hacia las mujeres y personas que buscan interrumpir un embarazo. Apoyar el derecho a decidir implica desafiar estos estigmas y trabajar para construir una sociedad libre de violencia y prejuicios hacia quienes toman esta decisión.
En resumen, apoyar el derecho a decidir es defender la autonomía, la salud y los derechos humanos de las mujeres y personas gestantes. Es promover la igualdad de género y trabajar hacia una sociedad más justa, inclusiva y respetuosa.
Es fundamental que promovamos el diálogo abierto y respetuoso sobre el aborto, eliminando el estigma y el tabú que rodea a este tema. Debemos escuchar y validar las experiencias de las personas que han pasado por esta situación, ofreciendo un apoyo compasivo y sin prejuicios.
Empoderando en derechos sexuales y reproductivos.
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